El Carmelo Misionero Seglar entra en
sintonía con la Familia Carmelitano-Palautiana de cuya riqueza espiritual
participa. Tiene como referencia a Jesucristo, a quien sigue según el carisma y
el estilo de vida del P. Palau.
Francisco Palau tiene una personalidad
polifacética: religioso carmelita, catequista renovador, predicador incansable,
escritor y periodista, exorcista y fundador. El Carmelo Misionero, su obra
fundacional, surge del esclarecimiento carismático de su misión como “Padre en
la Iglesia y para la Iglesia” (MRel: Fragmento II,3).
Es un místico enamorado de la Iglesia. A su
servicio se entrega apasionadamente. Ella es el centro sobre el que gira todo
su universo religioso y espiritual.
Activo y contemplativo, solitario y
apóstol. En su vida sabe conjugar la vivencia teologal, el trato de amistad con
Dios y la acción pastoral. Oración y vida teologal son los pilares que
fundamentan el edificio interior. Amor a Dios y amor a los prójimos son para
él, dos expresiones de un único amor, de una idéntica comunión con Cristo y los
hermanos en la Iglesia. Comunión que implica esfuerzo, entrega, abnegación
interior.
De honda devoción mariana, Francisco Palau
coloca a María dentro del Misterio de la Iglesia. María es el “tipo perfecto y
acabado de la Iglesia”, modelo y ejemplar de su santidad, de sus grandezas, de
sus dones. Imitarla en sus virtudes, conduce a participar más intensamente en
la vida de la Iglesia y a asimilar mejor la vida de Cristo.
La vivencia eclesial lleva a Francisco
Palau a preocuparse con gran interés por la formación espiritual de los laicos
de su tiempo. Para ello organiza la “Escuela de la Virtud”. El nos dirá: “Era
el cumplimiento de una misión que de parte de Dios creíamos haber recibido,
para el bien espiritual de su Iglesia” (EVV II,3). Su motivación es clara:
Educar en la virtud cristiana a los hombres, no solo favorece su elevación
cultural, sino que contribuye a formar ciudadanos responsables de sus deberes
cívicos y sociales.
Como Francisco Palau, el Carmelo Misionero Seglar se define por
su profundo sentido eclesial que se expresa en amor y servicio incondicional a
la Iglesia; por su talante contemplativo y misionero; por su carácter mariano,
traducido en confianza y entrega filial a María.
Hoy dÍa de la asunción de María, queremos felicitar y dar las gracias a los grupos que habéis trabajado durante este tiempo de verano para actualizar y animar al CARMELO MISIONERO SEGLAR. seguimos en contacto y desearos un feliz y merecido descanso. Muchas gracias por trabajar y preocuparos tanto por todos nosotros. C.M.S.Menorca.
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